El reloj marcaba las 21.00 horas cuando, sin necesidad de introducciones teatrales ni efectos grandilocuentes, Sixpence None The Richer tomó el escenario del Teatro Cariola. Bastó un saludo sencillo, el primer acorde de Angeltread y la presencia intacta de Leigh Nash para que el público chileno, que esperó tres décadas por este momento, supiera que estaba por vivir una noche inolvidable.
Después de la cálida apertura de Nogales, banda nacional que supo templar los ánimos con su fusión elegante de soul, funk y folk, el recinto ya hervía de expectativa. La gira mundial 25th Anniversary Tour trajo consigo una formación original, sonido depurado y la emoción contenida de años de espera. La voz de Nash, cristalina y serena, se sintió como si el tiempo no hubiera pasado desde Kiss Me.
Sixpence None The Richer en Chile: un reencuentro lleno de gratitud
El concierto fue íntimo, casi confesional. No hubo pantallas ni artificios: solo música, luces suaves y un diálogo continuo con la audiencia. Tras Thread the Needle y Within a Room Somewhere, llegó la primera ovación extendida. Nash, conmovida, respondió: "Gracias, Chile. Gracias, Latinoamérica. ¡Qué hermoso estar aquí!". La cantante no escatimó palabras para agradecer la calidez del público y hasta felicitó a una fan que cumplía años, desatando una oleada de aplausos.
Sonaron clásicos y tesoros ocultos como The Tide y Melody of You, así como nuevas composiciones del EP Rosemary Hill —Julia, Homeland, We Are Love—, que fueron recibidas con atención reverente. El set incluyó versiones delicadas de Don't Dream It's Over (Crowded House), Midnight Sun (The Choir) y River de Joni Mitchell, todas reinterpretadas con la sensibilidad que define a la banda.
Pero fue con There She Goes y, por supuesto, Kiss Me que el público se desbordó. Esa canción, que por años fue el himno involuntario de una generación marcada por series como Dawson's Creek, encontró eco en un teatro completamente entregado, cantando cada palabra como si fuesen propias.
Una banda intacta, un público fiel
El show de Sixpence None The Richer en Chile cerró con Breathe Your Name, un broche perfecto para una noche donde la nostalgia se encontró con la madurez musical.
Leigh Nash, Matt Slocum, y el resto del grupo demostraron que están lejos del retiro: su química sigue firme, su sonido equilibrado, y su mensaje tan vigente como cuando empezaron.